jueves, 15 de noviembre de 2018

Amor de esquizofrenia




A veces, como hoy, indago en las profundidades de mi alma, un mar con necrosis y aguas amargas que turban mis ojos. El asunto es sencillo: floto o me hundo. El trabajo, el dinero, el futuro... ¡Ba! Qué importan esas nimiedades cuando la desesperanza del amor voluble, sentimiento pasajero, viene y folla conmigo. 


Las heridas de viejas batallas vuelven a escurrir el jugo rojizo de la vida, la armadura cede y se desmiembra. Con las piernas cae la cabeza. 


La angustia de abrir los ojos sin abrirlos, de la miopía del dolor que no se ha dado cuenta que me tiene frente a frente. El estigma falso de existir, la ficticia sensación de un despertar letárgico se combinan con esta absurda idea del 'amor perfecto'. 


¡Ja, ja, ja! Se justifica la hilaridad pues, en la sordidez de la pareja unida, siempre habemos entes multipolares que nos enamoramos de nuestra propia esquizofrenia.

viernes, 9 de noviembre de 2018

Retozar perdido







Soy un licántropo adormecido, de tacto entumido, estropeado por el percutir de los teclados de la esclavitud lasciva. 
Tus ojos son dos fosos de esperanzas falsas, de fantasmas reales que juegan con mis sueños. 
Tu piel es la materia de mis fantasías perdidizas, piel suave y blanca como tajo de guanábana molida. 
El encanto de lo irreal me invita a la cama, me llama desde el lejano inconsciente que se desvela para proclamar su triunfo sobre la vida y descienden las libélulas. 
Cada roja mañana es lo mismo: ponerme los grilletes, avanzar a ciegas sobre un camino sabido de memoria, caminar y no desviarse. 
Hay que desafiar las leyes, ser un réprobo intencionado y asesinar las ideas del orden porque, finalmente, yo no las escribí.